A veces las cosas cogen un rumbo inesperado, o quizás si, pero la sensación en mi caso, es que voy por buen camino. El mundo del buril puede tener varios caminos. Uno, el que había utilizado hasta ahora, que es del mundo de la joyería. Otro, el que puede ser la talla que yo usé para los huesos y las taguas. Y otro para el de la pequeña escultura. Una vez, un grabador me dijo, que para la escultura, el dominio del buril le había ayudado de mucho por la precisión que se obtiene para los pequeños detalles. A mi me gusta que lo que hago, sea lo más realista posible y eso es gracias al dominio adquirido por el buril a través de los años. Iré presentando fotos de mis trabajos y en orden cronológico para ir viendo la evolución. Así fué naciendo el nuevo proyecto llamado Mikel Aranburu. www.mikelaranburu.com

Retratos

Todas las cosas que hacemos tienen una razón de ser y el motivo por el que empecé a grabar retratos fué el siguiente: Yo ya tenía algunos años de experiencia como grabador, pero sólo había hecho cosas para el mundo de la joyería. Típicos grabados en medallas, pulseras, sellos etc. pero por aquella época tenía ingresada, ya mayor, a mi amona Pilar, y quería regalarle algo para que tuviera en su mesilla como recuerdo mío y de mi trabajo. Ella vivió mis inicios. Allí pasaba mis horas junto a ella , en la mesita del salón. Yo haciendo rayas sobre alguna plancha de cobre e intentando grabar algún nombre, y ella mientras tejía unos calcetines para los nietos. Era la que me daba su opinión antes de que llegara el profesional, mi padre a corregirme los defectos. Siemre pasaba su dedo para ver si me había dejado alguna rebaba en la plancha. "Esta raya pincha eh Mikel..." Quise regalarle algo hecho por mí pero que a la vez le resultara útil y le hice una imagen de Jesucristo, a modo de estampita, ya que era muy creyente. La calidad era bastante mala pero de ahí, me nació después las ganas de grabar retratos, de hecho, hice una de su imagen para regalársela a mi madre. Creo que algo he mejorado...

Bodegon Zurriola

Título Bodegón Zurriola Exposición en la Galeria Arteko de San Sebastián. Con motivo de la capitalidad de San Sebastián para la cultura de 2016 ( Donostia Kultura 2016) me propusieron desde la Galería Arteko de San Sebastián hacer una exposición relacionada de mi trabajo con la gastronomía que en ese momentos se iba a exponer junto con otros artistas. Utilizando herramientas y materiales que habitualmente uso en mi trabajo, me puse manos a la obra. El pescado es muy común y representativo de nuestro país. Por otro lado debía buscar un material que se asemejara a la realidad y a la vez que pudiera trabajarlo, bien tanto a la hora de grabar, como de darle algo de forma. El material elegido fué el zinc porque cubría muy bien las necesidades para lo que yo quería. Las herramientas son básicamente buriles y una segueta para cortar las planchas de zinc. He querido también sugerir el reciclaje reutilizando latas de diferentes tipos de pescado, y sensibilizar de paso en este aspecto. Por otro lado, con las truchas, lo que quiero es plasmar el proceso desde su inicio de tenerlo en el plato, hasta el final de la comida con los restos de la misma. Lo que quedaría en el plato serían las espinas , junto a la cabeza y la cola.

diferentes materiales






herramientas

Sin ser demasiado técnico pero para que a la vez se comprenda, el método de trabajo y las herramientas que he utilizado, he de deciros que en todos los trabajos hechos sobre metal se han utilizado buriles.
De un modelo u otro pero sobre todo, el buril denominado cuadrado.
En los trabajos hechos sobre hueso, las herramientas son buriles, agujas de coser, algún punzón pequeño, bisturís y para pintar o bien tinta china o pintura al óleo.
Tanto los huesos, como las astas,  la tagua o el marfil, sobre todo requieren estar bien lisos. Que carezcan de rayas, y para ello hay que primero limpiarlos y blanquearlos y después alisarlos bien con limas y lijas de diferentes tipos. Para finalmente pulirlos para que queden brillantes y una vez acabados pintarlos con esmalte para que conserven el dibujo y el color el mayor tiempo posible.

¿Por qué a mano?

Me gustaría a través de este blog, enseñaros a diferenciar entre un trabajo hecho a mano a otro hecho a máquina. El trabajo a máquina viene a ser como el de una impresora, sólo que en vez de papel el destino será el metal.
En cambio, en el trabajo a mano, se ve la implicación del autor. Si es un grabador sobrio, clásico, moderno, tosco, fino, vanguardista...
Además debeis tened en cuenta que siempre será un trabajo único, nunca se repetirá este trabajo, ni aunque la persona que lo haga sea la misma.
El fín del blog es que cuando se vaya a una joyería o taller de joyería, se exija que el grabado sea a mano.
De éllo dependerá que éste oficio se mantenga vivo durante otros cientos de años.
Pedid al grabador que os imite vuestra firma, vuestro tipo de letra, ese dibujo que os ha hecho vuestro hijo...
Será un recuerdo inolvidable y sobre todo perdurará en el tiempo.
La viruta que saca un buril,  será la garantía de durabilidad.

Primeros pasos

Todo tiene un comienzo, y el mío es dubitativo.
Me críe entre buriles ya que mi padre era grabador de oficio y al principio su taller era una habitación de la casa.
Yo no tenía claro que me fuera a dedicar a grabar pero una vez acabados los estudios y con un empujoncito de mi padre acabé grabando entre buriles.
Los primeros pasos fueron en casa en una mesa del salón con un lápiz, un buril y una pequeñas planchas de cobre y zinc.
Entre rayas y más rayas iba aprendiendo caligrafía y creando mis primeros enlaces de letras.
Después de casi un año me fuí a un pequeño local y comenzé a dedicarme profesionalmente hasta hoy que ya son 21 años dedicado a este mundo.
Con los años el trabajo pasa además a ser un hobby.
Gran culpa de éllo tiene el conocer la existencia de internet y descubrir que se te abre un nuevo mundo con nuevo conocimientos. Ver lo que se hace en éste y otros paises relacionado con el grabado.

materiales

Los materiales más habituales que nos podemos encontrar en el mundo de la joyería son el oro y la plata. Pero también son frecuentes el latón, cobre, alpaca, hierro, aluminio, zinc, acero, titanio etc.
Tanto el oro como la plata son materiales nobles, fáciles de grabar por su dureza. Con el resto nos podemos encontrar mayor o menor dificultad debido a lo fácil o dificil que resulte introducir el buril sobre el material;  y por consiguiente sacar la biruta correspondiente.
También dependerá  del tipo de buril que utilicemos, tanto en su forma, como en su dureza. Los más frecuentes son los de acero al carbono que resistirán todos los materiales exceptuando el acero, que para éstos utilizaremos los buriles de tugsteno y con una pequeña ayuda, que son los buriles pneumáticos(de aire comprimido).

Los comienzos del Scrimshaw

Los comienzos de la modalidad del scrimshaw o el arte de grabar sobre hueso, se dieron en los balleneros que pasaban largas horas a la espera de su presa o recorriendo infinidad de kilometros para poder llegar hasta élla. Seguramente incitados por el capitán para tenerlos entretenidos.
Los materiales eran los dientes de ballena y algo punzante que pudiera marcarse sobre los mismos. Después para ennegrecerlo y resaltar los grabados utilizaban la tinta de calamar o el humo de los candiles.
En el País Vasco tenemos esa conexión, ya que se dice que fuimos de los primeros en cazar ballenas, cuando estos animales merodeaban las costas del Mar Cantábrico.
Los comienzos fueron en el Polo Norte y Escandinavia pero hacia 1059 ya hay conocimiento de que hubiera arrantzales (pescadores vascos) en las costas de Baiona dedicándose a la caza de la ballena.
La táctica era lanzar los arpones atados a una cuerda y amarrados por el extremo a una boya o sujeta a la proa de la txalupa (pequeña embarcación a remos) lo más cerca posible del animal y volver a repetirlo una vez saliera a la superficie a respirar, hasta que desfalleciera después de unas horas.
En los siglos XIV, XV y XVI teníamos el monopolio de la venta en Europa de la grasa y del aceite de ballena.
En la Edad Media los arrantzales  fueron alejándose de nuestras costas hacia Canadá, Terranova (Ternua)   navegando a mar abierto, por aguas desconocidas, en busca de más abundancia de ballenas. Allí tuvieron que luchar no sólo contra las ballenas, sino contra las extremas condiciones climatológicas, vientos del norte, frío polar y hielos de gran magnitud.
Hacia 1620 el mercado de la ballena finalizó y fueron los ingleses quienes cogieron el testigo y muchos de estos arrantzales  fueron contratados por navieras por su dominio de la caza.
En 1640 se fué extendiendo por el Atlántico para llegar a América y Nueva Inglaterra y siglo y medio después a Australia y a los Océanos Pacífico e Indico.
La especie con los años fué desapareciendo hasta llegar a la prohibición en 1946.
En estas costas todavía existen algunos lugares estratégicos, en zonas altas de los montes donde se divisaban
estas ballenas para después avisar a los arrantzales y que acudieran lo más rápido posible con sus txalupas a la caza de las ballenas. La tradición de las carreras de traineras viene de esas apuestas que realizaban estos pueblos para ver quién llegaba antes y hacerse con el preciado botín.
Aquellos que llevaban un pendiente de aro en la oreja, era el distintivo que habían navegado por esos mares.
En la mayoría de los escudos de armas de nuestros pueblos, aparece simbólicamente alguna ballena como referencia, dada la importancia que tuvo para la riqueza de nuestra tierra.
Hay una canción de Benito Lertxundi, un cantautor vasco que a través de unos antiguos versos representa muy bien  la caza de la ballena y lo que representaba para nuestro pueblo.
Podreis escuchar la canción y ver su traducción clicando en este link de You Tube, o buscando en internet como "Balearen Bertsoak de Benito Lertxundi.
http://www.youtube.com/watch?v=RFzoP1133X4

Entrevista en el Diario Vasco

_Yo he oído hablar de un Aranburu grabador. Pero no era usted.
-Déjame ver esas iniciales que tienes grabadas en el mechero.
-¿Para qué?
-Pués para saber si es mi letra o la de mi padre. Carlos que trabajaba en Gervais. ¿Sabes que esa es una de las satisfacciones del artista grabador?
-¿La de reconocer su letra en un mechero, una alianza, una placa?
-Justo. Cuando estás entre amigos y dices que eres grabador siempre hay uno que se saca la alianza y comenta:<<Pués yo tengo grabado el anillo de casado>> .Se lo quita para enseñártelo y a veces, algunas veces reconoces tu trabajo. O el de tu padre.
-Los tatuadores hacen sus prácticas sobre piel de cerdo, muy parecida a la humana. ¿Ustedes los grabadores se lanzan inmediatamente a los metales preciosos?
-El grabado tiene mucho de tatuaje. Tatuamos sobre metal. Pero, no vas directo a los más hermosos y caros. Te recorres las fontanerías para conseguir trozos de zinc y cobre. Son blandos y baratos. Entrenas sobre esas láminas.
-¿Ya con esas letras góticas inglesas, árabes de imprenta?
-¡No mujer! Practicas, practicas mucho, haciendo rayas.

Entrevista segunda parte

-¿Solo rayas?
-Sólo. Al principio sin límite. Luego ya hasta un punto determinado. Coges maña para levantar el buril a tiempo y bien. Que no quede una viruta, un poco de metal levantado. Lo malo del zinc es que resulta muy blando y te acostumbras a hundir mucho el buril. El corte profundo no es bonito. Debe ser más somero.
-Se impone empezar a practicar con metales blandos pero no tanto. El oro tiene el punto exacto, deseado, de blandura. Su primera pieza preciosa pertenecía a...
-A mi madre, como sucede habitualmente. La madre del aprendiz de grabador va a su joyero, saca una de las medallas, y se la da al hijo para que practique...
-Porque esto del grabado no se estudia en Formación Profesional.
-No. De hecho, el relevo generacional prácticamente no existe. Yo fuí profesor en un instituto de Nuevas carreras de Bilbao. Enseñé lo fundamental del grabado a gente que estudiaba joyería. Creían que era algo más fácil.  Más rápido. Pero hay que meter muchas horas hasta lograr sombras, cortes volúmenes.
-A no ser que se haga a máquina.
-Pero es  que ni al artista grabador ni al cliente le gusta la máquina.  Mira, grabar , se graban a máquina los trofeos deportivos.  Más que nada para reducir los gastos de los clubes modestos que organizan las pruebas.
-Parece lógico. La máquina es una máquina. Y un artista un artista...
-Hay algo más incluso, la gente se acerca al grabador para que escriba sobre el metal algo que va a ser un regalo. Sobre oro o plata (aunque se puede grabar sobre cualquier metal). Algo que transmita a alguien una frase de amor, un recuerdo, un símbolo. Esa persona no quiere que ese presente sea de máquina. Desea manufactura. Sueña hasta con implicarse él mismo en el acto del grabado. O con implicar al grabador. Por eso pide consejo y te pregunta qué te parece. A veces no se atreve a poner un Te Quiero y pone sólo TQ. Otras veces, la frase es un mensaje cifrado entre amantes.
-Va usted y saca su taller al escaparate...
-Si. El concepto de joya cambia. También el del grabado.  El móvil se ha convertido en el gran complemento del siglo XXI. ¿Porque no grabarlo si es lo primero que dejamos sobre la mesa en una reunión?¿Y los cubiertos de los grandes restaurantes? ¿Y?...

Para el que quiera empezar

Imprescindible:
Lápiz o algo punzante
Regla
Buril
Placa de zinc o cobre
Colocaremos la placa de unos 7cm x 7cm(conviene que sea manejable) sobre una almohadilla o similar y ésta a la vez, sobre una base que puede estar hecha con unas telas bien prensadas y forrarlas con otra  y luego coser ; sino llenamos un saquito con arena y lo forramos con cuero y lo cosemos alrededor mucho mejor. También nos podría servir un taco de madera.
Lo importante es conseguir una altura deseada, pero lo que esté debajo de la placa debe ser plano y consistente para que no se nos hunda por la presión. Un buen remedio puede ser usar una pastilla de Hockey sobre hielo.
A mi personalmente me gusta que la pieza esté a unos 15cms de la vista.
Los materiales a elegir serían el zinc o el cobre, ya que son materiales que podemos conseguir de retales de algún taller de fontanería y prepararlos a nuestro gusto. Además son buenos materiales para empezar por su dureza.
Yo empezaría por el zinc ya que es más blando y nos resultará más fácil sobre todo al principio. El cobre se puede asemejar más al oro y la plata.
Para comenzar trazaremos unas líneas paralelas sobre la placa, de unos 2cm de largo. Al principio las haremos más cortas, e iremos aprovechando al máximo la placa.
En cuanto al buril, yo empezaría con uno cuadrado de acero al carbono y que no sea muy largo, para que nos resulte más controlable, de unos 10cm desde la punta hasta el mango.
Colocaremos el buril dentro de la mano con el dedo índice por encima y el pulgar por debajo.
La función del índice es dirigir con el apoyo de la mano, y la del pulgar de freno sobre la placa.
Cuando queramos hacer la raya más larga o hacer otra , levantaremos la mano buscando otro punto de apoyo.
La inclinación que le debamos dar al buril dependerá del corte que tenga sobre la base. Lo normal es que tenga forma de rombo, de 45º cada lado y añadirle unas pequeñs facetas para que no nos quede demasiado plano.
Una vez que pinchemos la punta sobre el comienzo de la raya iremos empujando poco a poco deslizando el buril sobre la raya hasta el final, procurando tener el mismo ángulo de inclinación desde el comienzo hasta el final. Si elevamos mucho se nos clavará la punta y en cambio si lo bajamos se deslizará pero a penas profundizará.
Cuando lleguemos al final de la raya frenaremos y haremos un pequeño movimiento en la punta de abajo hacia arriba para sacar la biruta. Deberá quedar limpio sin ninguna rebarba.
Al principio se nos rompera muy a menudo la punta, enseguida te darás cuenta ya que el buril se resbalará con demasiada facilidad.

Tagua o marfil vegetal

Tagua es el nombre común que recibe la semilla de la palma Phytelephas macrocarpa. Palmera original de Ecuador.
Es conocido también como marfil vegetal por su semejanza en color y dureza al marfil animal.
Quiero dedicarle un apartado por las posibilidades que tiene a la hora de grabar por la similitud al marfil y por otro lado por ser una material accesible económicamente.
Dependiendo de la dureza, supongo que debido a la madurez de la semilla, se puede trabajar mejor o peor. Es más poroso y más blando que el marfil pero a la vez se astilla con más facilidad. No admite que se profundice mucho y es conveniente utilizar un buril bastante fino. Por otro lado en este material el sistema de punteado no queda bien, no admite el óleo, apenas se ve el resultado del punteado una vez pintado por eso lo ideal es utilizar  la tinta china para pintarlo.
Se pueden utilizar tanto de colores como la negra. Para eso tendremos que primeramente grabar los bordes y a continuación el interior para que nos coja la tinta y quede imprejnada y fija sobre la base marcada.
Es importante lijar y pulir la pieza antes de comenzar el trabajo ya que una vez pintado no lo vamos a poder hacer.
Y también es conveniente darle una laca para protejer el trabajo una vez finalizado.