Me gustaría a través de este blog, enseñaros a diferenciar entre un trabajo hecho a mano a otro hecho a máquina. El trabajo a máquina viene a ser como el de una impresora, sólo que en vez de papel el destino será el metal.
En cambio, en el trabajo a mano, se ve la implicación del autor. Si es un grabador sobrio, clásico, moderno, tosco, fino, vanguardista...
Además debeis tened en cuenta que siempre será un trabajo único, nunca se repetirá este trabajo, ni aunque la persona que lo haga sea la misma.
El fín del blog es que cuando se vaya a una joyería o taller de joyería, se exija que el grabado sea a mano.
De éllo dependerá que éste oficio se mantenga vivo durante otros cientos de años.
Pedid al grabador que os imite vuestra firma, vuestro tipo de letra, ese dibujo que os ha hecho vuestro hijo...
Será un recuerdo inolvidable y sobre todo perdurará en el tiempo.
La viruta que saca un buril, será la garantía de durabilidad.
En el grabado a mano con buriles sobre metales, simplemente quiero mostraros unas pinceladas de la elaboración de algunos trabajos. Pero sobre todo , lo que quiero es apasionar y divulgar un arte que se lleva haciendo desde hace cientos de años. De hecho, las herramientas vienen a ser práticamente las mismas exceptuando las diferentes máquinas de grabado y algunas herramientas que se han podido ir actualizando como ayuda a la mejora de los mismos.
Primeros pasos
Todo tiene un comienzo, y el mío es dubitativo.
Me críe entre buriles ya que mi padre era grabador de oficio y al principio su taller era una habitación de la casa.
Yo no tenía claro que me fuera a dedicar a grabar pero una vez acabados los estudios y con un empujoncito de mi padre acabé grabando entre buriles.
Los primeros pasos fueron en casa en una mesa del salón con un lápiz, un buril y una pequeñas planchas de cobre y zinc.
Entre rayas y más rayas iba aprendiendo caligrafía y creando mis primeros enlaces de letras.
Después de casi un año me fuí a un pequeño local y comenzé a dedicarme profesionalmente hasta hoy que ya son 21 años dedicado a este mundo.
Con los años el trabajo pasa además a ser un hobby.
Gran culpa de éllo tiene el conocer la existencia de internet y descubrir que se te abre un nuevo mundo con nuevo conocimientos. Ver lo que se hace en éste y otros paises relacionado con el grabado.
Me críe entre buriles ya que mi padre era grabador de oficio y al principio su taller era una habitación de la casa.
Yo no tenía claro que me fuera a dedicar a grabar pero una vez acabados los estudios y con un empujoncito de mi padre acabé grabando entre buriles.
Los primeros pasos fueron en casa en una mesa del salón con un lápiz, un buril y una pequeñas planchas de cobre y zinc.
Entre rayas y más rayas iba aprendiendo caligrafía y creando mis primeros enlaces de letras.
Después de casi un año me fuí a un pequeño local y comenzé a dedicarme profesionalmente hasta hoy que ya son 21 años dedicado a este mundo.
Con los años el trabajo pasa además a ser un hobby.
Gran culpa de éllo tiene el conocer la existencia de internet y descubrir que se te abre un nuevo mundo con nuevo conocimientos. Ver lo que se hace en éste y otros paises relacionado con el grabado.
materiales
Los materiales más habituales que nos podemos encontrar en el mundo de la joyería son el oro y la plata. Pero también son frecuentes el latón, cobre, alpaca, hierro, aluminio, zinc, acero, titanio etc.
Tanto el oro como la plata son materiales nobles, fáciles de grabar por su dureza. Con el resto nos podemos encontrar mayor o menor dificultad debido a lo fácil o dificil que resulte introducir el buril sobre el material; y por consiguiente sacar la biruta correspondiente.
También dependerá del tipo de buril que utilicemos, tanto en su forma, como en su dureza. Los más frecuentes son los de acero al carbono que resistirán todos los materiales exceptuando el acero, que para éstos utilizaremos los buriles de tugsteno y con una pequeña ayuda, que son los buriles pneumáticos(de aire comprimido).
Tanto el oro como la plata son materiales nobles, fáciles de grabar por su dureza. Con el resto nos podemos encontrar mayor o menor dificultad debido a lo fácil o dificil que resulte introducir el buril sobre el material; y por consiguiente sacar la biruta correspondiente.
También dependerá del tipo de buril que utilicemos, tanto en su forma, como en su dureza. Los más frecuentes son los de acero al carbono que resistirán todos los materiales exceptuando el acero, que para éstos utilizaremos los buriles de tugsteno y con una pequeña ayuda, que son los buriles pneumáticos(de aire comprimido).
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